(El siguiente estudio sociológico es fruto de años de investigación activa en círculos de fiesteo del Sureste y Noroeste del país. La Dirección no se hace responsable de las opiniones vertidas en el siguiente post. A quién le pique...que se joda )
Un viernes más, sales un rato con los colegas a tomar un cacharrito y bailar un poco (o imitar el baile de San Vito a ritmo de Carlos Baute). Entras en el pub/bar/discoteca de turno y observas que, una vez más, tienes que verle la cara a la misma gente, y ellos te la tienen que ver a ti. ¿Quiénes son esas pequeñas tribus que pueblan la noche? Durante el día, las unas huyen de las otras como de la peste, pero al caer la oscuridad todos los gatos son pardos y acuden a su cita semanal en los templos del baile, donde no existen distinciones entre seres humanos, sino que reina la ley del más fuerte (y el más chulo, guapo, ligón, borracho, etc.):
Las pijis. Una de las especies más abundantes por estos lares. Se les reconoce desde lejos por llevar los ojos pintados con una raya negra de la anchura de la A3 y por el color chillón de sus tops de lycra palabra de honor. Van en pequeños grupos y suelen llamarse Jessy, Jeni, Vane y Cris. Cris suele ser la guapa, y Vane la fea, aunque ésta gasta una 100 de sujetador mientras que la otra está plana, así que quedan a empates. Normalmente se quedan en un rincón de la disco, forman un corrillo y en medio tiran los bolsos y los abrigos. Su baile favorito consiste en menear las caderas como si llevaran una prótesis de titanio y al mismo tiempo girar la mano derecha sobre su propio eje describiendo una elipsis más o menos uniforme , mientras que en la izquierda sostienen un Malibu con piña. Su grito de guerra: "¡Tíaaaa, qué fuerte! ¡Uhhhhhhh!". Por lo general van a divertirse y a ligar, y no suelen molestar a nadie.Si alguna vez notas un objeto punzante contra tu culo, no te asustes, no te están intentando desvirgar por el lado equivocado. Es el lápiz de la Jessy, que se está haciendo la raya (del ojo...)
El notas. Ese no falla ningún fin de semana. Una noche de fiesta sin él,no es fiesta ni ná... Es inconfundible, siempre te lo encontrarás pegado a la barra, gritando como un marrano en matanza, bebiendo como un cosaco, tirando piropos a la camarera y tocando cuanto culo aparezca a su alcance. En el aspecto físico podemos destacar lo siguiente:
- Peinado: Engominado (hacia atrás, con pinchos o raya al medio), o regado de colonia (Varón Dandy, Nenuco o antipiojos Deliplus)
- Vestimenta: Pantalones vaqueros, mocasines o zapatos de piel, camiseta o camisa de botones blanca o de colores chillones, y siempre con las solapas levantadas.
- Gafas de sol: El otro complemento imprescindible, aunque la disco esté más oscura que el sobaco de un grillo y corra el riesgo de tropezar y partirse los piños contra la jaula de la gogó.
Aunque no tiene ni puta idea de inglés (¡si ni siquiera sabe hablar bien el castellano...!) siente la imperiosa necesidad de cantar a grito pelado todas las canciones,se las sepa o no: "Guanchain, guanchain, mai beibi. Ai rili rili guan, mai beibi." Es pesado a más no poder y si no fuera porque se deja una pasta en cubatas no le dejarían ni entrar en el local. Se cree irresistible con las nenas y no acepta un no como respuesta hasta que viene el novio de la Cris o de la Jeni y le parte los morros. Este no baila, directamente se desliza de un rincón a otro haciendo el gilipollas. Sus excesos con la bebida le llevan a situaciones dramáticas, como despertarse a las 11 de la mañana en el parking de la disco, bajo un sol de justicia, sobre un charco de su propio vómito y siendo lamido por un Pitbull que pasaba por ahí con su dueño.
Los lolailos: Los más alegres, entran tocando palmas como si se hubieran quemado las manos con un boniato caliente. Suelen presentarse en grupos enormes donde todos se llaman "primo" y "prima". El colgante con la cabeza del Cristo en oro macizo es su distintivo oficial. Les pirran las rumbas y el flamenquito y siempre les verás en medio de la pista, muy concentrados, con los ojos cerrados y tocando palmas con mucho arte y sentimiento, aunque estén poniendo una sesión de techno-house. También se les puede ver donde la cabina del DJ implorando: "¡Ay primo, primo!¿No tienes argo de Navajita Plateá?" Mucha gente cree erróneamente que nuestros amigos los lolailos son de etnia gitana. Nada más lejos de la verdad, la mayoría de ellos lo más de cerca que han visto un gitano ha sido en un concierto de Camela en Leganés.
Los Frikis. Alias "Los Chemitas", estudiantes de 3º de Ingeniería Informática. Entran con sus gabardinas negras al estilo Matrix y levantan con ellas tal vendaval que casi se llevan volando las papelinas de un camello que estaba trapicheando en los aseos. También suelen llevar una melenita recogida con un coletero viejo o con un trozo de cable USB, en su caso, y una camiseta que tengan desde la Comunión, bien con el logo de Phoskitos, Colacao o con la cara de Otto el de Los Simpson (jamás de Microsoft, antes muertos). Se sitúan en el rincón más oscuro del garito, donde no les de la luz de forma directa, y comienzan a maquinar sus planes para hacerse con el mundo mediante una lentaa y silenciosa invasión informática, para convertirse en los putos amos y conseguir por fin el amor de Cris, Jessy, Jeni y Vane, que tantas calabazas les han dado. Suelen bailar con movimientos epilépticos e independientes del ritmo de la música, es decir, levantando brazos y pies al mismo tiempo, mientras vociferan con voz de monstruo en un lenguaje inventando, que no les entienden ni los orcos del Señor de los Anillos. También suelen hacer movimientos de esgrima con una espada imaginaria, como si estuvieran luchando con el mismísimo Darth Vader o con alguna otra fuerza maligna del lado oscuro (seguramente el DJ, que les ha puesto el mismo reggaeton dos veces seguidas). Aún así son más inofensivos que un Yorkshire. Bebida predilecta: la birra, que es más barata.
La hippie. Suele llevar una rasta con un cascabel en la punta, que resulta muy útil para anunciar su llegada a las pijas, sus enemigas mortales. Viste pantalones anchos a rayas estilo pijama, camiseta de Ska-P ,y va cargada con un macuto de piel o de tela raída que lleva arrastrando por los suelos. Su perfume: Cannabis for Her. Sólo entra en la disco si tiene la suerte de que el segurata le deje pasar. En menos que canta un gallo se pone ciega a base de porros y botellines de Heineken y permanece en medio de la pista, ajena a todo lo demás, con los ojos cerrados y la mente en el Walhala*. Su forma de bailar es muy particular: con los ojos cerrados alza el puño al aire una y otra vez, mientras mueve la cabeza de izquierda a derecha y canta a voz en grito "Lega-lega-lización, de calidá y barato" Cuando ponen una canción que le gusta particularmente, entonces empieza a dar botes cual Masai africano en plena ceremonia tribal de iniciación . El buen rollo es su lema de vida.
* Paraíso según la mitología nórdica
P.D.: A la derecha, un poco más arriba, he puesto un MyGuestMap. No seáis vagos y dejadme vuestra posición, gañanes. ¡Pinchad en el mapa, ho!