Hijos míos, estos días ha estado el Manolo pintándome la casa y con eso de reorganizar las cosas di con una latica de galletas danesas llena de entrañables fotos familiares que me gustaría compartir con vosotros:
Yo cuando empecé a salir con el Manolo. Hay que ver lo que me gustaban los Pecos de aquella, tenía todos sus discos...Los tuve que quemar o sino el Manolo no se casaba conmigo.
Mi Manolo, con unos cuantos kilos menos y unos cuantos pelos de más, por la época en que se compró el Renault 5. El que nos dejó tirados en medio de la N-III en nuestra noche de bodas, camino de nuestra luna de miel en Torrevieja. Mi Vanessa fue concebida mientras yo lloraba como una magdalena y el Manolo se zampaba un bocadillo de chorizo, así de sentimental me salió la niña.
Mi cuñao el futbolista. Ahora lleva una churrería muy apañá donde vamos los domingos a desayunar por la gorra.
Mi sobrino el legionario. No logro entender como un buen partido como este sigue soltero. Las mujeres de hoy en día son muy exigentes y tienen muchas tonterías en la cabeza.
Mi vecina del 6º A, que es como una hermana, menos cuando me pone a parir con las otras vecinas por la ventana del patio, que anda que no la he pillado veces y veces.
Mi hermana de jovencita, cuando hacía gimnasia rítmica. Qué cuer-pa-zo
Mi cuñao y mi hermana (la de la foto anterior) La cara de mi cuñao es porque mi hermana le acaba de decir que está preñá otra vez. Lo que el pobre no sabía era que se le tendría que poner esa cara otras tres veces más en la vida. Por cierto, qué mona mi sobrinica, ¿no?
Espero que os haya gustado. Muchas de estas fotos las podéis gozar y disfrutar en
mi álbum de Facebook