03 abril 2010

El negro de Cuenca

Aquí estoy hijitos, sudando aceite tras haberme pasado toda la puñetera semana santa friendo torrijas para la familia, al final han sido cinco kilos, ¡qué barbarité! El Manolo se acaba de llenar un cubo de fregar con ellas y las ha guardado debajo de la cama, para ir picoteando por la noche o después de hacer el acto (que le da mucha hambre), y ha amenazado de muerte a cualquier ser que se acerque a ellas, especialmente al Cokito, el perrito de la abuelita Robinson. Es que mi madre se ha echado un novio millonario y se han ido en su jet privado a pasar el invierno en Miami, y al chucho lo han tenido que dejar aquí porque el pobre desde lo del 11-S tiene pánico a volar (y no os creáis, que antes de eso el jodío se iba todos los años de vacaciones a Lanzarote...) Así que nada, mientras mi señora madre se va a tomar el vermú con Julio Iglesias y Bisbal, yo frío rebanadas de pan Hacendado mojadas en huevo y leche, es que manda cojones...

Hemos tenido visita en casa estos días: se han venido la Treisy del pueblo, Giovanni mi peluquero (que le están fumigando la casa) y Nelson, el novio de la Vane. Que por cierto, la niña hizo de tripas corazón y al fin nos lo presentó. Yo ya sabía cómo era el chaval porque ya le había pillado metiéndole mano a mi niña en el portal, pero el Manolo no, y había un problema muy gordo, tan gordo como lo que el Nelson se trae entre las piernas. Y es que...el Nelson es negro. A ver, por mí no hay problema, que yo no soy racista y los negros me gustan mucho (demasiao, diría yo), pero mi Manolo hizo la mili en Melilla y dice que le dieron muy mala vida ahí, y por eso ahora digamos que le tiene un poco de manía a cualquiera que sea un poco más oscurito que él (cosa complicada porque mi marido de lo negro y peludo parece un cruce de moro, gitano, chewbacca y gorila de Uganda todo junto, y más en verano). He conocido a senegaleses más blancos que el Manolo, puedo dar fe. de ello.

Pues llegó el día D y la Vane se trajo al mozo, más cuadrado que un Sugus y con un tipito que ni Nacho Duato. Eso sí, el chaval, que es cubano, tampoco es tan negro, digamos que es un cafecito con leche, vamos que la Vane se da dos sesiones de rayos UVA y se queda de su color. Cuando el Manolo lo vio llegar se le levantó la ceja, igual que cuando el perrito se tira un cuesco y le llega el olor, pero no se atreve a decirle nada porque la peste aún es muy tenue y no tiene la seguridad absoluta. Nos sentamos a la mesa y mientras servía el cocido, el Manolo comenzó a acribillar al chaval a preguntas.

-Oye mozo, ¿y tú de donde eres?

Se hizo un silencio incómodo, todos tragamos saliva, la Vanessa rezaba el rosario mentalmente, pidiendo que todo saliera bien, y ya de paso que también le saliera negativo el test de embarazo que pensaba hacerse al día siguiente, porque vaya follón si no.

- Estooo...¡yo soy de Cuenca, señol!
- Sí, sí, hombre, ¡este chaval es más manchego que Don Quijote!- intervine. El Manolo bajó una ceja y levantó la otra.
- ¿Y por qué tienes ese acento tan raro entonces?- preguntó.
- Es queeee...estuve de vacaciones en Cuba y se me ha pegado el acento, señol.

- Ahhh- respondió el Manolo y se puso a chupar un pie de gallina, luego lo masticó y cuando se le acabó el sabor escupió los cartílagos en el plato. Estoy segura de que eso es lo más parecido a un accidente de tren mortal que veré en mi vida- Oyeee, ¿y tú como estás tan...tan tostadito?
- Ahhh, es que me doy rayos UVA, señol, soy muy presumido, ya tu sabeh...
- olle papa - le tocó el turno al Jonatán- ¿m ds 5 €?
- ¿Pa qué quieres tú cinco euros, desgraciao, pa gastártelos en porros?
- uy, eso n m da ni xa 1/2 porro, s xa darm rallos uba y qdarm tó bronceao cm l colega
- ¿Tú te quieres poner negro? ¿Te quieres poner negro tú?¡Pues vente conmigo a la obra a dar el callo al sol todo el puto día, a ver si te pones negro o no...¡como los cojones de un grillo te vas a quedar!Cursiva
Y se levantó, tiró la servilleta al suelo, echó un eructo, se sacó el calzoncillo del culo y se fue al salón a ver el partido del Madrid.

- Oye chaval, ¿tú de qué equipo eres? - le berreó al Nelson desde el sofá, y el chaval se quedó pálido del susto.
- ¡Yo del Real Madrid, señol!
- Ah muy bien, muy bien, pues vente aquí a ver el partido y dile a la Maruja que nos ponga unos carajillos.

Yo creo que, dentro de lo que cabe, el chaval ya tiene el visto bueno del Manolo, ¿no? Aunque le hayamos hecho creer que es de Cuenca...

2 comentarios:

Belén dijo...

El Manolo no es tonto, enseguida sabrá que este chico es negro... pero bueno, seguro que lo acabará aceptando hombre de dios!

Besicos

PaO* dijo...

Que genial tu blog!! Me encanta el rollo jejeje

Me he reido mogollon con lo poquito que he podido leer. Te sigo!! ;)

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