Con esta canción me conquistó el Manolo (sustituyendo Ramona por Maruja, claro está)
P.D.: Estuve una buena temporada teniendo pesadillas con este vídeoclip. No logro entender a cuento de qué vienen la china del minuto 1:02 y los bicharracos del último minuto.
Esta tarde he estado viendo Algo pasa con Mary (no me preguntéis por qué, sencillamente sucedió) y de repente me acordé de una de mis maldades favoritas allá por tiempos remotos, en que yo era una dulce colegiala con dos trencitas, zapatitos de charol, falda escocesa y medias hasta la rodilla. Bueno, en realidad iba casi siempre con chándal en colores que incitaban a la epilepsia, pero eso no le interesa a nadie. Lo que os voy a confesar hoy, hijos míos, es mi trastada favorita. Es recordarlo y me entra un regocijo tremendo al tiempo que me froto las manos con gesto malvado y me río con una voz igualita a la de la Bruja Avería.
Os explico como iba el asunto: en casa llenaba un botecito con un body milk cualquiera (la Nivea mismamente, que se presta muy bien para estos siniestros menesteres) Una vez en el instituto o colegio de turno, aprovechaba durante los recreos, cuando no había nadie en los pasillos, parar untar todas las manillas de las puertas con el body milk, prestando especial atención a la de los aseos masculinos. Luego sólo me quedaba esperar pacientemente a que acabara el recreo...
En cuanto la gente ponía la mano en las manillas la retiraba corriendo como si quemara. Y cuando se miraban la mano y veían que la llevaban pringada con una sustancia fluida y blanquecina...(en este momento se oye una risa malvada) Esa imagen, esas expresiones de auténtico asco y pavor en sus caras (¡Dios mío, me van a pegar el sida! ¡Me voy a quedar embarazada!) no tienen parangón en mi antología de momentos verdaderamente memorables. Es un milagro que no terminara reventando de la risa en momentos como esos. Sin embargo cuando se acercaban las manos a la nariz y descubrían lo extrañamente bien que olía eso se me terminaban el chollo. Después ideé la misma broma pero sustituyendo el bodymilk por sustancias como vaselina o incluso champú (sospechosamente parecido a los mocos) pero no era lo mismo y las expresiones de asco no eran ni la mitad de exageradas que como con la leche corporal. La gente es muy susceptible con ese tema...
Pero bueno, llegó un momento en que me cansé, maduré y me hice un blog para marear a otros inocentes (bueno, lo del blog vino tiempo después, pero eso ahora es lo de menos).
¿Eráis vosotros tan cabroncetes como yo? Tss, lo dudo, la maldad pura y auténtica es patrimonio exclusivo de las marujas, esa es una verdad universal.
Todos los que pensábamos que no había nada más hipnotizante y adictivo que el vídeo de Locomía estábamos equivocados. He aquí la prueba irrefutable de que todo lo hortera ejerce una extraña y fatal atracción sobre mí. Porque esta canción es hortera a matar y debe de ser por eso que me encanta. Porque me temo que este grupo sirvió de inspiración para el teclista de Camela y sus esbirros (el teclado Roland y los sintetizadores hicieron mucho daño en algunas mentes débiles) Porque ese acento inglés tan depurado y tan shakesperiano podría dejar en el paro al mismísimo Carlos Maurer del "Inglés con mil palabras". Si la canción ya es molona en el principio, a partir del minuto 2:13 se me ponen los pelos como escarpias de la emoción, soy Pac-Man, soy Super Mario Bross, huyo del comecocos y mi vida transcurre dentro de una Sega Mega Drive. ¡Vivan los 80 y viva el synthpop!! P.D. : No, la vocalista no es la Terremoto de Alcorcón, aunque se parezca sospechosamente. P.D. : Por cierto, no sé qué tiene el tío del minuto 3:49 pero me pone un cacho. Tal vez sea su look macho talibán...
Como os había prometido en la primera parte, los programas infantiles también tenían una ambientación musical bastante siniestra...¡Pues menos mal que eran para niños...!
Los de nuestra generación los tenemos muy bien puestos. Nos comemos el mundo a bocados y nos enfrentamos a lo que haga falta, no como estos chavales de hoy en día, que todo lo solucionan con drogas y alcohol. No sabemos qué es el miedo, porque nos lo quitaron entre los 80 y principios de los 90, a fuerza de programas de televisión que no sólo eran nocturnos,sino que contaban con unas sintonías tan tétricas, tan siniestras y tan chungas, que el solo hecho de irte a la cama solito y sin sufrir una crisis nerviosa por el camino era como para que nos concedieran una medalla al valor. El largo (y oscuro) pasillo de casa se convertía en el más amenazador de los lugares después de haber escuchado sintonías como estas:
Documentos TV. Ahora Corbacho intenta quitarle hierro al asunto con sus imitaciones...
En portada
La clave (menos mal que en mi pueblo aún no veíamos Antena 3...)
Y para finalizar, la reina de las sintonías horripilantes por excelencia:
Quién sabe donde. El que no se haya cagado vivo alguna vez con esta cabecera que tire la primera piedra (sobre todo en la época del trágico crímen de Alcásser, juro que pocas veces en mi vida he pasado tanto miedo)
Y esto no se acaba aquí, en la siguiente entrega le tocará el turno a los programas infantiles (me río yo de los Lunnis...)
Recuperemos un clásico para revigorizar las neuronas y recuperar la capacidad de espanto y perplejidad mermados por el Internet, Salsa Rosa y la PlayStation.
(...)No, nunca. ¡Ay eh! ¡Hala! ¿Quién ha sío? ¡A Sole, a que te meto un guantazo mierda! Ole la mierda la Sole... ¡Qué mierda que eres, que te meto con el mechero Sole, eh! Wuaaay, coño. Ya te vale también, Sole. ¡Ay andever cómo m'ha puesto...! ¿Tú te crees? La mierda la Sole...
No sé qué coño decía la letra, era algo así como "abanico locomía, un chorizo pa tu tía", o algo por el estilo, pero es muy difícil fijarse en la letra cuando tienes delante a cuatro tíos vestidos a lo mesa-camilla con unas hombreras que parecen los alerones de Mazinger Z. Como dice mi amiga Rosana, para que luego digan que por entonces los gays no tenían representación en los medios de comunicación (porque a pesar de que alguno estaba follable, muy heteros que digamos no eran, ¿no?) Bueno, la cuestión es que más de 15 años después, el vídeo sigue teniendo la asombrosa capacidad de hacerme flipar hasta límites insospechados sin necesidad de esnifarme un rotulador permanente y me veo visionándolo dos veces al día mínimo. Qué buenos fueron los 80 para algunos (véase Kate Bush) pero qué mal les sentó la cifra a otros (con razón los 90 fueron la década del minimalismo y la sobriedad, ya estábamos empachados de tanta lycra, tanto cardado imposible y colores estrepitosos por doquier) Puedo entender la vestimenta de este grupo, al fin y al cabo era de lo más vanguardista e innovador, muy del estilo Jean Paul Gaultier o John Galliano, puedo entender las hombreras megalómanas, al fin y al cabo era lo que se llevaba (bueno, una versión muy a lo bestia), pero si hay algo que no me entra en la cabeza es el rollo ese de los abanicos gigantes (como el que tenía mi madre colgado de adorno en la pared del salón). ¿A cuento de qué venía el espectáculo circense que armaban con tanto revoloteo amariposado de abanico por allí, abanico por allá, fluss fluss, abanico p'arriba y olé? ¿Cómo es que tenían tanta habilidad para manejarlos sin que se les enredaran en el kiriki o se les cayeran? Bueno, lo demás es todo un enigma, mejor dicho, ellos en sí son un enigma, prueba de ello es que desaparecieron del panorama y nunca más se volvió a saber nada de ellos...Ahora, si tienes güebos, pincha en el vídeo y disfrútalo.
Aba-nico Locomia, Disco-Ibiza Locomia, Moda-Ibiza Locomia...Minga-Chunga Locomia No os perdáis tampoco:
La mirada de "te la voy a comer toa" del melenitas en el minuto 3:15
En el minuto 2:55, mientras los demás componentes bailan sincronizados, el rubito de azul va a su puta bola...
Los momentazos de Sansón gritando "¡Juo!!!" mientras mira a la cámara fijamente (como en 1:44), como si estuviera plantando un soberbio pino carrasco. Siento pavor cuando alguien me amenaza de esa manera...
Minuto 1:42, momento Leonardo DaVinci y sus inventos. El vuelo en abanico-móvil sobre la ciudad de Buenos Aires, cual Aladdines new age, proyectando sombra a pesar de estar "planeando" en posición vertical (¡milagro de la ciencia!) y a varios metros de altura sobre la ciudad. Aisss, esos efectos especiales de la era del MS-DOS...
Para propulsar semejante artefacto volador, tienen que abanicarse incansablemente todo el rato, sino se nos despeñan p'abajo y tenemos un locomicidio en directo.
Las voces diabólicas que se repiten por toda la canción como en el minuto 1:21
El tontolaba que sale en el minuto 0:33 y que parece que está ahí de relleno. Si lo quitan del vídeo ni su madre lo echaría de menos...
Las miraditas de Juanito el Melenas en el minuto 0:08
Y para finalizar, ¿qué coño hacen en Buenos Aires si la canción habla de Ibiza todo el rato??¿Abanico volador?¿Viaje astral?¿LSD?
Y ahora no miréis hacia atrás ni pongáis cara de asco en plan "Qué horror, qué horterada", porque TODOS, tanto tú como yo o el vecino, les hemos imitado alguna vez levantando viento en el salón de casa con el abanicón de la abuela Catalina. El que esté libre de culpa que tire la primera piedra.