Los Jonatanes los carga el diablo

Hola, soy Marujita, pero en realidad es mi Vanessa la que está escribiendo. En este momento estoy incapacitada para escribir por culpa del pendejo ese de mi Jonatan. ¿Que cual ha su ultima fechoría? Jugar con un coleguita a la caída de Edgar en el sofá de mi casa. Mi Jonatan hacía de Edgar y al amigote le tocaba ser el "pinche pendejo". Total, que el pendejo de mi hijo se tiró en el sofá sin percatarse de que su pobre madre se hallaba durmiendo la siesta sobre el mismo. Me metió un castañazo que lo vi todo en Technicolor, y mis pobres gafas me las dejó hechas un Guernica. Resultado: el pendejo del amigo deportado del hogar Robinson ipso facto (no sin antes haber recibido una colleja reglamentaria), yo medio cegata persiguiendo al demonio del niño con el palo de la escoba, hasta que sin querer me cargué el fluorescente de la cocina, vino el Manolo cabreado, la tuvimos y ahí fue cuando el cabrón del niño aprovechó para escaparse.

Yo ya no sé qué hacer con ese niño, ¿eh? Lo llevaría a un descampado lejos de casa y lo soltaría ahí, pero es que el cabrón sabe volver solo, ya me lo demostró una vez cuando tenía siete años y se me quedó olvidado en el camping de la Virgen del Socorro. Mi Manolo aboga por meterlo a dar el callo en la obra, la Vanessa dice que se lo vendamos a los gitanos, pero a los de Rumanía, para que se lo lleven lejos. A mí cada día me entran más ganas de cambiarlo por una Thermomix, ahora que vienen las fiestas.
¿Qué puedo hacer con este muchacho, Dior mío????

El vídeo de Edgar para quien no lo conozca